sábado, 26 de junio de 2010

ORGANIZACION

Toda la ciudad participaba en la preparación de estos espectáculos dramáticos.
Los Misterios, en particular, solían ser asumidos directamente por los municipios.
En Francia se concedían privilegios de tipo tributario a las cofradías de mayor renombre.
Las fábricas de las iglesias ofrecían el material de que disponían para los tablados; los cabildos de las iglesias prestaban túnicas, dalmáticas y otros ornamentos; la administración de la ciudad sufragaba la mayor parte de los gastos; los burgueses y comerciantes ayudaban también económicamente, o tomaban a su cargo una parte del espectáculo.
Pero fueron las cofradías las que cargaron con la responsabilidad directa de la representación. Estas cofradías fueron muy numerosas en toda Europa, especialmente en Francia, y constaron con gran número de cofrades. A veces se repartían entre ellas las mansiones. La Pasión de Greban necesitaba unos cuatrocientos actores, a los que había que añadir el resto de parNIZACIONticipantes en la confección y preparación del espectáculo.
Los papeles femeninos son representados por hombres.
En el drama litúrgico dentro de la iglesia, los clérigos se solían poner el amito por la cabeza para representar a las Marías.
Esta regla era debida a cierto continuismo, quizá, del drama litúrgico, sobre el que debía pesar el rechazo de San Pablo: «Que las mujeres en la iglesia permanezcan calladas.»
Parece ser que la primera actriz aparece en 1458 en Metz, protagonizando el Juego de Santa Catalina. Se trataba de una joven de dieciocho años que «habló tan viva y piadosamente que a muchos les provocó las lágrimas». Progresivamente, este ejemplo cundió al final de la Edad Media

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